Según las motivaciones del
ente disciplinario, el docente habría abusado de su cargo con lo cual se afectó la prestación del servicio educativo
y el ambiente laboral dentro del plantel.
En fallo de primera instancia
el ente de control determinó que el disciplinado desconoció el principio de
eficacia de la administración pública, al obstaculizar la normal labor
educativa de distintos docentes y ofrecer un trato inapropiado y
discriminatorio a miembros de la institución, afectando el clima armónico en la
comunidad educativa.
Además, con su conducta el
disciplinado transgredió las funciones impuestas por la ley en el mejoramiento
de la calidad educativa, al negar a docentes la utilización de espacios para
actividades académicas y lúdicas.
El órgano de control calificó
la conducta del implicado como grave a título de dolo, considerando que la
investidura de su cargo y su formación académica le imponían actuar con
integridad en el ejercicio de sus funciones como directivo docente.
Contra la presente decisión
procede recurso de apelación.
Fuente: Prensa PGN
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contenido y diagramación: bersoahoy.co
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