Sanar las heridas del alma con recetario de vida

Dirección de comunicaciones UIS.

Bucaramanga.- Con apoyo de la Comisión de la Verdad y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, un grupo de jóvenes de los santanderes trabaja con el fin de formular un documento a manera de recetario de vida que conduzca a soluciones de las problemáticas del alma.

La iniciativa está orientada a  consolidar un proyecto país, que responda a las necesidades de paz, armonía, reconciliación y respeto a manera de un recetario  que ayude a Colombia frente a esa crisis que ha venido por décadas, ahondando las heridas.

Con ese paso los jóvenes quieren que en cambio se  genere trabajo, educación y creatividad para que se impulsen iniciativas que ayuden a sanar las heridas que ha dejado más de medio siglo de conflicto armado.

Jóvenes de Arauca, la zona del Catatumbo en Norte de Santander, y de Bucaramanga, se unieron para crear el Recetario de Vida, un proyecto que reúne las historias de mujeres y personas de la comunidad LGTBI que sobrevivieron a hechos victimizantes en el marco del conflicto armado colombiano. En Bucaramanga el proyecto está liderado por Karol Daniela Sánchez Sánchez, estudiante de último semestre de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana de la UIS y Anya Jaimes Lizarazo, productora audiovisual de la UNAB.

En este macroproyecto también participan Nubia Gordillo Espinosa, lideresa social e integrante del comité ejecutivo en el consejo municipal de paz en Saravena Arauca, Jacobo Sharon Bossem licenciado en lengua extranjera con énfasis en inglés, del Catatumbo, Kely Johanna Vega Vacca y Paola Andrea Morales Contreras comunicadoras sociales del Catatumbo, y Diana Katherine García Herrera, trabajadora social de la UIS.

La iniciativa nace tras lograr el apoyo de la Comisión de la Verdad y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, al ser seleccionado en una convocatoria llamada Verdad Poética, que está orientada a contribuir en la búsqueda del esclarecimiento de los hechos, la no repetición, el perdón y la reconciliación en el marco del posconflicto. El proyecto está dividido en varias líneas que se desarrollarán a partir de 8 encuentros con los protagonistas de las historias, que bien se mantienen en sus territorios o tuvieron que ser víctimas del flagelo del desplazamiento.

Las historias

El equipo de Bucaramanga tomará las riendas principalmente de tres líneas de trabajo. La primera es Historias respecto al espectáculo, un espacio en el que se relatarán como las personas de estas comunidades realizaban sus actividades de entretenimiento, sus ritos y eventos culturales antes de la guerra y como esta posteriormente impacto en sus tradiciones. 

La segunda línea es Historias de violencia sexual e Historias de supervivencia económica. Allí se conocerán los relatos de como la violencia sexual degradó aún más un conflicto inhumano desde las historias de sus protagonistas. Adicionalmente también se explorará la realidad de las familias que lo perdieron todo, que fueron despojados de sus territorios, de sus propiedades, de su seguridad y como han luchado para subsistir económicamente con el peso de una guerra encima.

La tercera línea es Historias de miedo e Historias de desamor. En este punto los protagonistas contarán las historias sobre los sucesos que les generaron fuertes impactos emocionales en los cuales queda evidenciada la profunda y oscura sombra de la guerra. También tendrán la oportunidad desahogarse dando a conocer esas vivencias que les destrozaron el alma y como la guerra, como antítesis del amor, destrozó historias del corazón.

Los equipos de otras regiones de este macroproyecto tendrán a su cargo líneas como Historias gastronómicas, sobre como la guerra impactó esta área de la identidad de los territorios, y más aún en zonas donde su base económica es el cultivo de ciertos alimentos. También estarán las Historias de mitos y leyendas, donde se conocerán cuáles eran los relatos que se contaban antes del conflicto y como este ha transformado la tradición oral de los territorios.

Durante el mes de marzo se realizarán tres reuniones tituladas: “El lugar de las emociones: ¿Cómo afecto el conflicto la emocionalidad de los sobrevivientes del mismo? Rabia, dolor, culpa, frustración”, “La rabia, el miedo, la angustia y sus historias latentes” y Los amores en la vida. Todas las formas de amar son válidas.

“El fin del proyecto es crear una recopilación bibliográfica que contenga todas las historias de reflexión. La idea no es solo contar lo que estuvo mal, sino que creemos que después de exteriorizar todas estas heridas, podemos sanarlas, este es el aporte que queremos hacer a la paz”, finaliza Karol Sánchez. 

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