Por: Bernardo Socha Acosta
El día amargo para muchos trabajadores, con
atropello de sus derechos
En un embeleco improvisado degradante del
trabajador, se convirtió el día sin carro que se proyectó para este 14 de junio
en el Área Metropolitano de Bucaramanga.
Las autoridades solo se interesaron en firmar el
decreto del día sin carro, con
un afán de protagonismo, pero en ningún
momento se detuvieron a pensar en el grave daño que le causarán a los
centenares de trabajadores que laboran en zonas adyacentes a
Floridablanca, Girón, Piedecuesta y hasta de Bucaramanga. Poner un horario del día sin carro, a partir
de las 5 de la mañana es un abuso y un atropello desconsiderado para quienes
trabajan. Bien se hubiese podido hacer a
partir de las 6 de la mañana y entonces todos habían quedado satisfechos.
Hoy a 24 horas de comenzar la brillante medida,
centenares de trabajadores tienen el peor día
amargo de sus vida, pensando mañana cómo se desplazan a cumplir con sus obligaciones a sitios donde no ha servicio de trasporte colectivo,
sino pagando taxi. Que demostración de ignorar a los que trabajan. Y qué desprecio a la fuerza productiva que hace
posible el desarrollo de los municipios. Cuál es la alternativa que dejaron
esas autoridades que en cambio de propiciar un beneficio propician la no muy loable actuación. Nadie niega la necesidad de ayudar a purificar el aire, pero
no de esa manera, ATROPELLANDO LOS DERECHOS.
Pero algunos dirían, pues transportese en bicicleta; pero infortunadamente, ni existe ese hábito, ni todo trabajador tiene ese elemento de movilidad porque por el mal servicio de transporte solo las personas, o compran carro, o compran una motocicleta.
Pero este 14 de junio, centenares de trabajadores, van a pagar la improvisación de quienes posan como redentores del medio ambiente, sin pensar en los daños que causan.
Pero este 14 de junio, centenares de trabajadores, van a pagar la improvisación de quienes posan como redentores del medio ambiente, sin pensar en los daños que causan.
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