Bucaramanga.- A una mala
conducción de los lixiviados y la falta de un proceso de tratamiento para estos,
se debió el rebosamiento de la alcantarilla por la cual discurre el lixiviado
del sistema de El Carrasco, atribuyó la CDMB, la contaminación que se produjo
por estos días.
El derrame de esos residuos,
proveniente del sitio de disposición final de El Carrasco, originó este miércoles en la mañana una severa
contaminación en el ambiente y el recurso hídrico.
Así lo detectaron los técnicos
del grupo de Residuos Sólidos de la CDMB, que hacen constante seguimiento al
sitio, de acuerdo con la orden impartida por el ANLA que desde el 19 de junio
de 2014 le indicó a la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta
de Bucaramanga, que debía asumir el seguimiento, control y vigilancia del
sitio.
“El derrame afectó la vía
pública, pero especialmente la quebrada La Iglesia hacia donde cayó el
lixiviado. Eso evidencia una vez más que la Empresa Municipal de Aseo de
Bucaramanga, EMAB, hace una mala conducción de los lixiviados y no tiene
tratamiento para estos”, explicó la coordinadora del grupo de Residuos Sólidos
de la CDMB, Leidy Viviana Mojica.
Vale la pena anotar, que el
rebosamiento de los líquidos se debió a que colmató la alcantarilla por la cual
discurre el lixiviado del sistema de alcantarillado y que además, la EMAB no
tiene permiso para hacer vertimiento.
“Esta acción será denunciada
ante los órganos de control que han hecho seguimiento al proceso de cierre del
sitio de disposición final de residuos sólidos, pues una vez más se evidencia
la inviabilidad del Carrasco, que con su mal manejo está afectando la salud
pública y contaminando las fuentes hídricas”, recalcó la Coordinadora del grupo
de Residuos Sólidos. Fuente: Oficina de
prensa de la Cdmb